Tecnológico de Monterrey, Campus Monterrey
Reflexión sobre la Declaración Universal de los Derechos Humanos y la Carta de la Tierra
Ética,
Profesión y Ciudadanía
Profesora
Gilda Ruiz
Sábado
8 de Junio del 2013
Braulio Cárdenas Benítez
Adán García Lerma
Ramón Alberto Ángulo Rodríguez
Tity Marlene Sánchez Méndez
Reflexión sobre la Declaración Universal de los Derechos Humanos y la Carta de la Tierra
I.
Introducción
Las
dos actas de las que se hablará a continuación, son declaraciones de principios
éticos que se consideran fundamentales para llegar a la consolidación de una
sociedad global justa y pacífica, donde se respete la dignidad de cada uno de
sus habitantes y donde se propicie una sana convivencia y un óptimo desarrollo
de sus integrantes. Por lo mismo, expresan valores y conductas que buscan la
universalidad, y que representan para todo ser humano una responsabilidad, y un
modo de vida, independientemente de su raza, creencia, sexo o lugar de
procedencia.
La
Declaración Universal de los Derechos Humanos (DUDH), fue redactada por la
Organización de las Naciones Unidas (ONU), tras la creación de dicha
organización al finalizar la Segunda Guerra Mundial. Dicho documento fue creado
inicialmente como la “Carta de las Naciones Unidas”, cuyo propósito era
garantizar los derechos de todas las personas en cualquier parte del mundo y
bajo cualquier circunstancia, previniendo así que las atrocidades sucedidas
durante las últimas décadas fueran a repetirse una vez más.
En 1946 esa proclamación fue revisada por la Asamblea
General de la ONU, y pasó a ser conocida como la Declaración Universal de los
Derechos Humanos. No obstante, no fue celebrada como un documento oficial hasta
un año más tarde, cuando su versión final fue revisada y publicada por el
Comité de Redacción de la DUDH, conformado por ocho representantes de distintos
estados, de los cuales destacó, Eleanor Roosevelt, viuda del Presidente
estadounidense Franklin D. Roosevelt.
Por
otra parte, la Carta de la Tierra,
nace a raíz de una nueva necesidad del Siglo XXI: una forma sustentable de vida
y de desarrollo humano sostenible. Éste documento se enfoca más que nada en
salvaguardar la integridad ecológica del planeta, mediante un estilo de vida
más responsable, equitativo y consciente. Fue un producto del diálogo
intercultural que se llevó a cabo como una iniciativa por parte de la ONU, pero
finalmente se desarrolló como una iniciativa independiente de la sociedad
civil. En el 2000 se concluyó su redacción final y se dio a conocer
públicamente dicho escrito.
II.
Comparación de los documentos
La
declaración de los derechos humanos es un compromiso entre los Estados Miembros
en cooperación la Organización de las Naciones Unidas, mientras que la Carta de
la Tierra es una declaración de principios éticos. Desde diferentes enfoques,
ambas buscan la construcción de una comunidad más justa, pacífica y sostenible.
En la
declaración de los derechos humanos, este enfoque se centra más en las
garantías individuales. Son derechos y libertades fundamentales con las que el
individuo nace. La Carta de la Tierra, por otra parte, es un compromiso que las
comunidades eligen para conseguir una sociedad justa. Más aún, la carta integra
la sustentabilidad y la integridad ecológica para asegurar el futuro de la
Tierra.
Ambas
declaraciones tratan aspectos esenciales para asegurar la felicidad de los
individuos. Por ejemplo, los derechos que goza toda persona, sus libertades, y
las condiciones básicas que salvaguardan la dignidad individual. Sin embargo,
la Declaración de los Derechos Humanos enumera estos aspectos como artículos
que deberán ser seguidos por los Estados Miembros. En cambio, la Carta
establece un compromiso global, un “deber ser” que la humanidad tendrá siempre
en cuenta para asegurar un futuro próspero en el planeta.
Sin
embargo, tanto la Carta de la Tierra como la declaración están escritas de
manera generalizada, es difícil decir específicamente cómo se aplicarían en
cada comunidad humana. Por ejemplo, la Declaración de los derechos humanos se
plantea como “un ideal común por el que todos los pueblos y naciones deben
esforzarse” (DHUH, 1948) y que los Estados Miembros, en conjunto con la ONU se
han comprometido a cumplir. Pero a pesar de ello, esto no garantiza el
cumplimiento de dichos derechos; la prueba está en que sabemos que muchos de
estos derechos se violentan continuamente en nuestro país así como en el mundo.
III.
Reflexión y Propuestas del Equipo
Como miembros
de la comunidad estudiantil, reflexionamos que es necesario llevar estos
ideales de la generalidad a la particularidad con medidas específicas que
podamos realizar a corto plazo y que sean propuestas realmente factibles.
1) Talleres de concientización
Por ejemplo, en el apartado “Democracia, no violencia y paz”
de la Carta de la Tierra, se habla de brindar oportunidades educativas
especialmente a niños y jóvenes que les capaciten para participar en el
desarrollo sostenible. Para conseguir dicho objetivo, sugerimos la creación de
un programa de servicio social impartido por estudiantes de nuestra universidad
que consista en talleres de concientización sobre el cuidado del medio ambiente
para niños y jóvenes de primaria y secundaria.
2) Respeto a los animales
Respecto
al respeto y consideración a otras especies, tanto la Declaración Universal de
los Derechos Humanos, como la Carta de la Tierra, explícitamente nos dicen que
debemos detener la destrucción o apropiación de todo tipo de animales por mera
diversión o entretenimiento. Por ello, aterrizando dicho principio directamente
a nuestra universidad, consideramos que nos justo para los animales del Tec,
venados, patos, y pavorreales, el tenerlos dentro de nuestros campus bajo el
pretexto de hacernos “sensibles” a la naturaleza. Sugerimos pues, iniciar una
convocatoria donde se pida al rector y demás directivos, la liberación de
dichos animales, o su traslado a un lugar más apto para ellos.
3) Impresoras Verdes
Otro
punto importante, sobre todo
dentro de la Carta de la Tierra, es el cuidado de nuestro medio
ambiente. Aquí dentro del Tecnológico ya se toman muchas medidas para llevar
esto a cabo tener botes de basura distintos para cada tipo de material,
facilitando así su separación y futuro reciclaje. No obstante, un área de
oportunidad que encontramos es en el ahorro de papel a la hora de imprimir. Aunque
bien, mucho de los maestros prefieren que los trabajos sean entregados en
línea, en varios casos esto no es posible, ya sea por disposición del maestro,
o bien, por la naturaleza del trabajo. Para esto, nuestra propuesta es que se tengan
ciertas impresoras que sean “Verdes”, en el sentido, de que en ellas se permita
imprimir únicamente en papel reciclado. Así, cuando un alumno requiera imprimir
algún borrador, o cualquier tarea podrá hacerlo con papel reusable. Dichas
impresiones tendrían un menor costo que las impresiones normales.
4) Colecta voluntaria
Nuestra
cuarta propuesta está inspirada en el primer capítulo de la Carta de la Tierra,
titulada “Respeto y Cuidado de la Comunidad de la Vida”, donde se habla sobre
promover la justicia social y económica, para lograr que toda la población
alcance un modo de vida digno. Nosotros, como propuesta tenemos que haya un
módulo en el Tec que se establezca en Jardín de las carreras o en algún otro
punto concurrido del campus cada fin de mes, en donde los alumnos puedan ir a
dejar algún producto
de despensa o de necesidades básicas como agua, pañales, leche, enlatados, etc.
y que un grupo de voluntarios, se encargue de juntarlos e irlos a donar a zonas
marginadas dentro o alrededor del área metropolitana o para casos de emergencia
por desastres naturales. La diferencia de ésta propuesta con las acciones
parecidas a esta realizadas en ocasiones anteriores es que este módulo será
algo constante: la última semana de cada mes.
5) Escuela del Campo
Otra
propuesta para alcanzar la igualdad social es un proyecto que hemos decidido
llamar “Escuela de Campo”. Este
proyecto consiste en la concientización de niños y jóvenes sobre la importancia
del cuidado del medio ambiente y la coexistencia armónica con la naturaleza, en
congruencia con la segunda sección de la Carta de la Tierra (II. Integridad
Ecológica, secciones 6,8). Se
trata de crear un espacio en las escuelas (en las que sea factible hacerlo) en
el cual los niños puedan estar al cuidado de pequeñas huertas de las cuales
ellos lleven el control y responsabilidad, con ayuda de tutores (que funjan
como maestros). Dichos tutores pueden estudiantes universitarios voluntarios o
en su servicio social, pues éstos deben llevar más allá la información teórica
que reciben y deben compartirla con su comunidad (Larrasquet
& Pilnière, 2012).
El
objetivo es que aprendan las bases de la agricultura y que además se den cuenta
del trabajo que conlleva y ver cómo es que se obtienen los alimentos
directamente. Así, se concientiza a los niños de la situación del país y se les
sensibiliza sobre el esfuerzo rural de nuestro País. Ofreciéndoles esta
responsabilidad real a los niños, se espera que logren plantearse sus propias
metas y con esto, se sientan involucrados y se logre así, un mayor impacto en
ellos, como bien lo dijo Benjamín Franklin: “Dime y lo olvido, enséñame y lo
recuerdo, involúcrame y lo aprendo”.
Además
de estos objetivos, también se plantea que los niños lleven el conteo y
responsabilidad de la huerta. En este entorno, los niños aprenden fuera del
aula y se espera que se vean motivados por este dinamismo. De esta forma, los
niños pueden aprender sobre biología, matemáticas (conteo), química, física, en
forma muy básica. Es decir, los niños aplican directamente lo que saben y
generan nuevo conocimiento y no sólo se quedan con la teoría de lo que aprenden.
IV.
Conclusiones y Aprendizajes
Gracias
al análisis de los dos documentos explicados anteriormente, logramos hacer una
mayor consciencia acerca de los problemas existentes en la sociedad en que
vivimos, y nos dimos cuenta de la necesidad de formar proyectos estudiantiles
dentro del Tecnológico, que estén enfocados no solamente en innovar y poner en
práctica los conocimientos adquiridos en la carrera dentro del ámbito
profesional u organizacional, sino también que sean iniciativas enfocadas en
las necesidades de nuestras comunidad, y que con apoyo del resto del cuerpo
estudiantil, de las autoridades de la institución o inclusive del mismo
gobierno, puedan tener un impacto
postitivo en el desarrollo de nuestra sociedad. Así, se crearían proyectos
aplicados a la realidad y no sólo para cuestiones académicas.
Para concluir nuestra investigación y
reflexión se puede decir que para lograr todas las propuestas primero se
necesita iniciativa por parte de una persona o un grupo de alumnos que haga
concientizar a la comunidad Tec que no se puede vivir encerrados en una burbuja
social y que se necesita ver el contexto y los problemas que nos rodean como
sociedad porque tanto mucha población depende de nosotros como también nosotros
dependemos, aunque no lo veamos, de ellos y que la Declaración Universal de
Derechos y la Carta de la Tierra son un recordatorio que todos
somos iguales globalmente y que es necesario cuidar nuestro entorno para vivir
como una sociedad responsable y en armonía.
V.
Referencias Consultadas
Larrasquet, J.-M., & Pilnière, V. (2012). Seeking a
sustainable future - the role of university. International Journal of Technology Management & Sustainable
Development, 11(3), 207-215. doi: 10.1386/tmsd.11.3.207_1
ONU Asamblea General, Declaración Universal de los
Derechos Humanos, 10 de Diciembre de
1948, 217 A (III), obtenido de: http://www.un.org/es/documents/udhr/history.shtml [visitado el 8 de
Junio de 2013]
Organización de las
Naciones Unidas. (2000). La
Carta de la Tierra. Recuperado el 8 de Junio
de 2013, de Earth Charter Initiative: http://www.earthcharterinaction.org/invent/images/uploads/echarter_spanish.pdf
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